domingo, 15 de mayo de 2011

A Salvador Dalí


Espacioso reclusorio,
cautividad expedita.

He soñado con demonios
en un cuadro, con meninas
que se arrastran, con quelonios
con ideas absolutistas.

He podido ver el óxido
goteando de los relojes
y el poco querer al prójimo;
ver de siete metros coces.

Aventurero teológico,
perfume caro en marmita.

Huelo a ese cura acatólico
que aún a Dios sigue rezando,
huelo a ese anarquista agnóstico
que ve en el pubis pecado.

Al borde del epistolio
hay dibujos, garabatos
hechos con rabia, y hay folios
en el bigote grapados.

Muere prematuro, enodio,
vive en costa granadina.





Dibujo de Adrián Trujillo, poema de Saúl Subías.-

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